No soy buena para la soledad, aunque a veces hace bien no escuchar nada más que tu propia respiración
No soy buena para caminar sola, aunque a veces hace bien no sentir a tu lado nada más que el viento
No soy buena para la oscuridad, aunque a veces hace bien ver solo a través de la tenue luz de una vela
No soy buena para la tristeza, aunque a veces hace bien humedecer tu mejilla con el cálido andar de una lagrima
No soy buena para el miedo, aunque a veces hace bien estremecer tu cuerpo y sentirse desprotegida
No soy buena para el silencio, pero a veces hace bien escuchar solo latidos y el correr de la sangre por tus venas
No soy buena para el control, pero a veces hace bien sentir tus impulsos y confrontarlos con tu mente
No soy buena para el frío, pero a veces hace bien sentir solo el abrazo de tu alma
de vez en cuando dejar que tu ser te hable hace bien.